10 mitos y verdades sobre el vino

El vino es poesía embotellada, dice un refrán por ahí. Por eso y porque nos gusta el vino, conversamos con José Bracamonte, reconocido sumiller, para resolver algunas dudas comunes en torno al vino.

Hay vinos de todo tipo. Desde el de veinte soles que compras en la tienda de la esquina hasta esos vinos de nombres raros que te sirven en una ocasión especial. Sin embargo, existen muchas dudas al tomarlo. ¿Cómo se coge la copa? ¿Qué pasa cuando el vino viene sin corcho? Son algunas de las preguntas que aparecen frecuentemente.

Pensando en ello, el equipo de Vía Expresa conversó con José Bracamonte sobre los mitos y verdades del vino. Sumiller de profesión, músico, columnista y uno de los ganadores de la guía Summun – la mejor guía gastronómica- José inició su pasión al estudiar administración hotelera. Aquí te dejamos sus opiniones

1. Se debe agitar el vino al dar el primer sorbo

Respuesta: Verdad

El vino se encuentra encerrado desde que fue encorchado, con una cantidad mínima de oxígeno. Al abrirlo y agitarlo, logramos que el oxígeno ingrese para que haya combustión y genere equilibrio entre la acidez, el alcohol y la fruta. De allí en adelante, el vino sabrá mejor cada cinco minutos luego de abierto.

2. No es bueno acercar la palma de la mano al cuerpo de la copa de vino

Respuesta: Verdad

La copa de vino cuenta con cuatro partes: la base, el tallo, el cuerpo y la chimenea. Muchas veces solemos coger la copa desde el cuerpo. Sin embargo, al hacerlo, estamos acercando nuestra temperatura corporal al vino. Dado que el equilibrio del vino radica en su temperatura, se recomienda cogerlo desde la base o del tallo.

3. Todos los vinos se deben tomar a temperatura ambiente

Respuesta: Mito

Depende de cada vino. Un vino joven debe servirse entre seis grados si es blanco o doce grados si es tinto. En la temperatura del vino está la clave del sabor. Sin embargo, hay que tener cuidado ya que algunos toman el vino helado y esto puede hacer que se pierdan algunas cualidades.

4. Los vinos baratos son malos

Respuesta: Mito

Más que ser buenos o malos, se toman de forma distinta. Al vino barato llamémosle Joven, es más frutado, con un olor fácil de detectar mientras que el vino caro suele ser más cremoso, tostado e imbebible para muchos. Mientras más caro, los aromas se vuelven más complejos e inubicables. Por tanto, en términos de precio y tiempo, el vino muestra una escala de crecimiento y carácter que se refleja en el gusto. 

5. Decantar el vino permite apreciar más su sabor

Respuesta: Verdad

Los vinos pueden dividirse en dos tipos: el joven y el maduro. La decantación sirve con los vinos maduros ya que provienen de viñedos más viejos y reposan en barricas de roble. Sin embargo, dado que los vinos tienen un tiempo de vida, no se recomienda decantar uno con más de 15 años en una botella. Así como el ser humano, el vino se vuelve frágil en su adultez.

La decantación sirve para acelerar el proceso de oxigenación, pasando el vino de la botella a la garrafa. Esto permite nivelar la acidez con el alcohol y la fruta así como dejar el sedimento que se acumula cuando el vino pierde color en la botella.





6. El vino no se debe dejar abierto

Respuesta: Verdad

El vino tiene un tiempo de vida luego de dejarlo abierto. Un vino joven, vive cerca de ocho horas y luego se avinagra mientras que uno maduro, puede durar cerca de un día. Es el oxígeno y la temperatura el que genera la fermentación avanzada en un vino y el que puede convertirse en su mayor enemigo. Por ello, tras servirlo hay que taparlo rápido y ya luego, puedes dejarlo en la refri hasta cerca de dos días.

7. La hendidura de la botella es sinónimo de calidad

Respuesta: Mito

No, pero sí de un vino más caro ya que indica que se ha invertido más en su elaboración. El vino maduro requiere de mayor protección para sobrevivir al tiempo: el corcho y la cápsula que lo cubre son más largos y gruesos, la botella es más oscura y el vidrio por lo tanto es más pesado. Todos estos elementos requieren de estabilidad y ese equilibrio es dado por la cúpula. Los vinos jóvenes, en cambio, usan un traje más sencillo, como un corcho pequeño o una botella de base plana. Pero, en ningún caso, es sinónimo de calidad. El vino siempre es bueno, mientras más caro, más evolucionado. El tipo de uva, la región, la familia productora o el ecosistema, todo suma.

8. Los vinos sin corcho con tapa de plástico son de menor calidad

Respuesta: Mito

Recuerda, nunca se habla de mayor o menor calidad, sino de vino joven o maduro. Por ser un vino joven, los productores han comenzado a emplear ciertos detalles para que este vino sea económico y rentable. Algunos han optado por usar los tapones de jebe o la tapa rosca, pero estos cumplen la misma función de un corcho, simplemente que el vino joven vive máximo de 2 a 4 años, así que reemplazan corchos jóvenes y se los dan a vinos que vivirán en las calles mucho más tiempo. Así, además, se evita la tala de alcornoques.

9. Los vinos tienen un tiempo de vida 

Respuesta: Verdad

Si conoces a alguien que guarda sus vinos desde hace décadas ¡Cuidado!, puede que su cava esté muerta. Salvo los vinos en caja, no existe una fecha de vencimiento exacta en las botellas, pero sí se puede hacer un cálculo. Un vino de 100 soles, por ejemplo, puede durar de cinco a seis años mientras que uno de 10 soles, tan solo un año.

10. La madera de la barrica influencia en el sabor y aroma del vino

Respuesta: Verdad

Sí, en el mundo de las barricas las hay de todo tipo: rusas, rumanas, americanas o francesas, siendo éstas últimas las más caras ya que provienen de bosques pequeños y exclusivos. Los más conocedores, toman dos criterios. El primero, saber de dónde viene el roble y el segundo, saber el tiempo de uso de la barrica. Por lo general, las barricas tienen de cinco a tres usadas y, en ese sentido, mientras más caro el vino más nueva debe ser la barrica.

Los vinos jóvenes, en cambio, usan un traje más sencillo, como un corcho pequeño o una botella de base plana. Pero, en ningún caso, es sinónimo de calidad.

Otros datos que te pueden interesar

  • Dentro del mundo del vino, hay algunas cepas más usadas y cada una cuenta con un color, un aroma y un sabor distinto. Aquí te dejamos los clásicos para que tomes nota: Malbec (ciruela), Cabernet Sauvignon (higo), Merlot (cereza),  Chardonnay (mantequilla, frutas tropicales), Sauvignon Blanc (manzanas verdes), Tempranillo (pimienta negra) y Carmenere (pimienta verde).
  • Aunque no lo creas, existe una legislación mundial del vino con el fin de administrar y estandarizar las cepas y la calidad. Esto está más desarrollado en el viejo mundo, en donde existen consejos reguladores que regulan la denominación de origen. Para José, por ejemplo, al tomar un vino europeo existe certeza del cumplimiento de aquellos estándares. Por lo tanto, con esos vinos se llega a más.
  • Al catar, se toma en cuenta el tanino, también conocido como cuerpo. Este no es más que una sustancia natural que se encuentra en la vid (la piel, la pepa o el tallo) o en la barrica y que influye en el gusto del vino. Existen algunos más salvajes y secos como el Cabernet Sauvignon y otros de medio cuerpo, más suaves y amables como el Malbec o el Merlot.

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